venres, 4 de xaneiro de 2019

A morte de Lucy



Capít. XVI
"Su dulzura se había convertido en una crueldad terrible e inhumana, y su pureza en una
perversidad voluptuosa. (...)
En esos momentos, lo que me quedaba de amor por ella se convirtió en odio y repugnancia; si fuera preciso matarla, lo habría hecho en aquel preciso momento, con un deleite inimaginable. Al mirar, sus ojos brillaban con un
resplandor demoníaco, y el rostro se arrugó en una sonrisa voluptuosa (...).
(...) Cuando la forma avanzó hacia él, con los brazos abiertos y una sonrisa de voluptuosidad en los labios, se echó hacia atrás y escondió
el rostro en las manos. No obstante, la figura siguió avanzando, con movimientos suaves y graciosos.
Ven a mí, Arthur dijo. Deja a todos los demás y ven a mí. Mis brazos tienen hambre de ti. Ven, y podremos quedarnos juntos. ¡Ven, esposo mío, ven!
Había algo diabólicamente dulce en el tono de su voz... Algo semejante al ruido producido por el vidrio cuando se golpea que nos impresionó a todos los presentes, aun cuando las palabras no nos habían sido dirigidas. En cuanto a Arthur, parecía estar bajo el influjo de un hechizo; apartó las manos de su rostro y abrió los brazos. (...)
El cadáver parecía Lucy vista en medio de una pesadilla, con sus colmillos afilados y la boca voluptuosa manchada de sangre, que lo hacía a uno estremecerse a su sola vista. Tenía un aspecto carnal y vulgar, que parecía una caricatura diabólica de la dulce pereza de Lucy. (...)
Allí, en el ataúd, no reposaba ya la cosa espantosa que habíamos odiado tanto, de la que considerábamos como un privilegio su destrucción y que se la confiamos a la persona más apta para ello, sino Lucy, tal y como la habíamos conocido en vida, con su rostro de inigualable dulzura y pureza".

A cita é longa, pero necesaria: odiosa, carnal, voluptuosa (catro veces), vulgar... Como para dubidar do carácter sexual da escea e do trasfondo sexual de toda a historia... Para Van Helsing e o seu grupo de "cruzados" da virtude, a visión de Lucy como unha muller dotada de sexualidade, dona da súa sexualidade, ou mellor dito, cunha sexualidade vulgar e provocativa, como se tomasen forma as súas propias fantasías masculinas, é intolerable. Porque o contrario, crer que Lucy nunca lles inspirou máis que visións de pureza e dozura, é crer na literalidade dous seus diarios. O que están vendo é o resultado dunha sexualidade reprimida (a súa) e, consecuentemente, deformada e enferma. Todos a unha, como unha verdadeira manada, actúan contra esa "cousa" cunha violencia extrema, unha violencia voluptuosa da que non se nos aforra ningún detalle e da que saen como bébedos e reconfortados, como se tivesen experimentado se non unha satisfacción, si polo menos unha compensación de carácter sexual. Neste fragmento de 'Drácula, príncipe das tebras' (1966) aparece perfectamente retratado o carácter represor deste castigo múltiple dirixido por uns varóns (clérigos, ademais) contra unha "vampira".

 


1 comentario:

  1. É, sen dúbida algunha, unha escea chea de insinuacións sexuais. Lucy é vista como unha moderna Medusa, a fermosa moza víctima da agresión de Poseidón, o macho, castigada logo por Atenea.
    Estamos xa a piques de rematar a novela e non pode estar máis interesante!

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