xoves, 20 de xaneiro de 2022

Primer día. Vísperas. De nuevo, Occam.

—Querido Adso, no conviene multiplicar las explicaciones y las causas mientras no hay a estricta necesidad de hacerlo. Si Adelmo cayó desde el torreón oriental es preciso que hay a penetrado en la biblioteca, que alguien lo hay a golpeado primero para que no opusiese resistencia, que éste hay a encontrado la manera de subir con su cuerpo a cuestas hasta la ventana, que la hay a abierto y hay a arrojado por ella al infeliz. Con mi hipótesis, en cambio, nos basta Adelmo, su voluntad y un derrumbamiento del terreno. Todo se explica utilizando menos número de causas. 

Así se expresa Guillermo en el capítulo "Primer dia. Vísperas" con respecto a la muerte de Adelmo. Hay aquí una clara aplicación del principio conocido como "Navaja de Occam", pricipio que afirma que no debemos complicar innecesariamente el razonamiento sobre las causas de un fenónemo, sino decantarnos por la explicación más sencilla. En esta misma parte del libro hay una interesante conversación con el maestro vidriero, donde se habla de recientes inventos, como las gafas, y donde Guillermo expresa su confianza en la "magia natural y santa", es decir, la ciencia y la técnica, para comprender mejor el mundo y mejorar la vida de los seres humanos. Sim embargo, nuestro fraile reconoce también la naturaleza peligrosa del conocimiento, que puede emplearse para hacer el bien o para hacer el mal. Pero esa es la condena de los hijos de Eva, desde que ella y Adán decidieron comer el fruto del árbol prohibido (el árbol del conocimiento) y abrieron los ojos.

1 comentario:

  1. Aún así, cuando reconoce que el conocimiento puede ser peligroso, sigue buscando ese conocimiento, sigue buscando la verdad.
    En cualquier caso, aun pudiendo ser peligroso, ¿no es más peligroso que ese conocimiento lo posean sólo unos pocos elegidos y además lo defiendan con artimañas poco éticas?

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