venres, 18 de outubro de 2024

Lugares

 A menudo se ha afirmado que la abadía de 'El nombre de la rosa' está inspirada en la Sacra di San Michele (imagen superior). En verdad la situación y el porte de esta abadía recuerda mucho a la descripción del capítulo I de la novela, pero parece que Eco sólo comentó por carta al abad que la última vez que había visitado la abadía lo había hecho en compañía de Jean Jacques Annaud, director de la versión cinematográfica, pues se barajaba la posibilidad de rodar allí la película.

Menos dudas ofrecen las construcciones que inspiraron "el Edificio", pues el propio Adso afirma que le recordó, entre otros, a la fortaleza de Castel del Monte (imagen central).

Por último, incluimos una fotografía con el aspecto actual del monasterio de Melk, al que pertenece Adso (imagen inferior).

Pulsad sobre las imágenes para verlas a tamaño grande.















xoves, 17 de outubro de 2024

PRÓLOGO (II)

Comienza la narración de Adso con el Evangelio de San Juan, proclamando como única verdad incuestionable el dogma de la Santísima Trinidad. En efecto, el Verbum latino, traducción del griego Lógos, la Palabra, se refiere a Cristo, que, según San Juan, "se hizo carne y habitó entre nosotros". La otra obra atribuida a San Juan, el Apocalipsis, tendrá una gran presencia en la novela. A renglón seguido, y con nuevas citas bíblicas (Primera carta a los Corintios, San Pablo, XIII), Adso nos recuerda lo difícil que es encontrar la verdad y cuán esquivos son sus signos, introduciéndonos ya en uno de los temas principales de la novela, donde la filosofía medieval y, concretamente, el Nominalismo, tendrán un papel central. Precisamente a la luz de este tema, cabe preguntarse si Eco trasciende aquí el significado bíblico del Verbo y, tomándolo en su acepción ordinaria de "palabra", genera una ironía de carácter nominalista a partir de las palabras del Apóstol: la palabra como generadora de la realidad, la palabra como única realidad, pero también la palabra como realidad huidiza y engañosa o, desde un punto de vista nominalista, puro nombre. También en el evangelio de San Juan se dice: "yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin de todas las cosas". Créase esto o no se crea, desde un punto de vista estrictamente laico, sí podemos afirmar que todo, al menos todo cuanto podemos decir y pensar, cabe en una veintena de signos, que empiezan por alfa y terminan por omega. ¿"Nomina nuda tenemus"? Volveremos a hablar de ello al acabar la lectura de la novela.

Por último, quiero subrayar la afortunada expresión "la plegaria del desciframiento", como una actitud de humilde sabiduría hacia un mundo que sólo con trabajo y paciencia (y quizá nisiquiera así) revela sus secretos a quien lee en el libro de la naturaleza. No perdamos de vista el hecho de que Umberto Eco era profesor de Semiótica.



mércores, 16 de outubro de 2024

PRÓLOGO. GUILLERMO DE BASKERVILLE, ENTRE OCCAM Y HOLMES

Guillermo de Baskerville, el maestro de Adso, es una figura que alude a dos personajes, uno real y otro literario. El personaje real, a quien se cita a menudo en la novela, es el filósofo y también fraile franciscano Guillermo de Occam; el literario es el detective Sherlock Holmes, uno de cuyos casos más famosos es "El sabueso de Baskerville". Como Sherlock y Holmes, Adso y Guillermo forman una pareja de detectives. Adso, como el doctor Watson, es el encargado de narrar los casos (un solo caso, en "El nombre de la rosa") de su maestro. No parece casual que Adso y Watson contengan las mismas vocales, ni que el nombre de Adso recuerde el verbo latino adsum, "estoy presente" y, por tanto, "soy testigo"¹. Para despejar las dudas sobre la influencia de Holmes y Watson sobre los personajes de Guillermo y Adso, nada mejor que acudir al testimonio de la propia novela, pues, en la descripción de Guillermo que hace Adso, Eco nos ha dejado una clara prueba de esa relación. Vale la pena comparar el retrato de Guillermo con el retrato que de Holmes hace el doctor Watson en la primera novela protagonizada por esta pareja, "Estudio en escarlata". 

"Estudio en escarlata": descripción física de Sherlock Holmes

 En altura andaba antes por encima que por debajo de los seis pies, aunque la delgadez extrema exageraba considerablemente esa estatura. Los ojos eran agudos y penetrantes, salvo en los períodos de sopor a que he aludido, y su fina nariz de ave rapaz le daba no sé qué aire de viveza y determinación. La barbilla también, prominente y maciza, delataba en su dueño un hombre de firmes resoluciones. Las manos aparecían siempre manchadas de tinta y distintos productos químicos, siendo, sin embargo, de una exquisita delicadeza, como innumerables veces eché de ver por el modo en que manejaba Holmes sus frágiles instrumentos de física.  

"El nombre de la rosa": descripción física de Guillermo

Su altura era superior a la de un hombre normal y, como era muy enjuto, parecía aún más alto. Su mirada era aguda y penetrante; la nariz afilada y un poco aguileña infundía a su rostro una expresión vigilante, salvo en los momentos de letargo a los que luego me referiré. También la barbilla delataba una firme voluntad, aunque la cara alargada y cubierta de pecas — como a menudo observé en la gente nacida entre Hibernia y Northumbria— parecía expresar a veces incertidumbre y perplejidad. (...) Pero incluso cuando sus manos tocaban cosas fragilísimas, como ciertos códices cuyas miniaturas aún estaban frescas, o páginas corroídas por el tiempo y quebradizas como pan ácimo, poseía, me parece, una extraordinaria delicadeza de tacto, la misma que empleaba al manipular sus máquinas.

 

"Estudio en escarlata": carácter de Sherlock Holmes

 Cuando se apoderaba de él la fiebre del trabajo era capaz de desplegar una energía sin parangón; pero a trechos y con puntualidad fatal, caía en un extraño estado de abulia, y entonces, y durante días, permanecía extendido sobre el sofá de la sala de estar, sin mover apenas un músculo o pronunciar palabra de la mañana a la noche. En tales ocasiones no dejaba de percibir en sus ojos cierta expresión perdida y como ausente que, a no ser por la templanza y la limpieza de su vida toda, me habría atrevido a imputar el efecto de algún narcótico. Su misma apariencia y aspecto externos eran a propósito para llamar la atención del más casual observador.

 

"El nombre de la rosa": carácter de Guillermo

  Cuando tenía un acceso de actividad, su energía parecía inagotable. Pero de vez en cuando, como si su espíritu vital tuviese algo del cangrejo, se retraía en estados de inercia, y lo vi a veces en su celda, tendido sobre el jergón, pronunciando con dificultad unos monosílabos, sin contraer un solo músculo del rostro. En aquellas ocasiones aparecía en sus ojos una expresión vacía y ausente, y, si la evidente sobriedad que regía sus costumbres no me hubiese obligado a desechar la idea, habría sospechado que se encontraba bajo el influjo de alguna sustancia vegetal capaz de provocar visiones. 

1) en esto no había reparado vuestro viejo profesor de latín hasta que se lo señaló vuestra sagaz profesora de griego. De los nombres de los personajes hablaremos más adelante. Tienen su enjundia.


 


 

 

martes, 15 de outubro de 2024

El nombre de la rosa

 "El nombre de la rosa" es una novela de Umberto Eco, publicada en 1980. Está ambientada en una abadía italiana, a principios del siglo XIV, y narra la investigación, por parte de un fraile franciscano, de los crímenes cometidos dentro de la abadía. Sin embargo, la novela ofrece mucho más que una trama detectivesca y nos adentra de lleno en la política y la cultura de la Edad Media europea. Preparaos a pasar tardes y noches inolvidables, disfrutando con la intriga de "El nombre de la rosa", pero también con el arte, la música y la filosofía medieval, y descubriendo las numerosas referencias literarias que impregnan toda la obra.

Aquí podéis descargar la novela en formato pdf y en formato epub.



domingo, 18 de febreiro de 2024

As mulleres de "Drácula" (III): santas ou...

Como conclusión ás dúas entradas anteriores, queremos suliñar que a palabra "vampiresa" e a imaxe da "vampiresa" ou "muller fatal" tivo un longo percorrido no cine e na cultura popular do século XX. Así define a RAE esta palabra: "mujer que aprovecha su capacidad de seducción amorosa en beneficio propio".
O concepto da muller e da sexualidade feminina que subxace á imaxe da "vampiresa" é que a muller ou é "santa" e asexuada ou é unha... "muller fatal" que só serve para perder aos homes, como se só elas fosen as responsables dos desexos que despertan no varón.
O varón victoriano anula e nega a sexualidade feminina, pero, lóxicamente, non pode deixar de desexala, co que convirte ese desexo en culpa e transfire a culpa ao propio obxecto do seu desexo, ata o punto de demonizalo e convertelo en algo "monstruoso".
No capítulo XVI, onde se produce a morte de Lucy a mans de van Helsing e os seus compañeiros, podemos ver neles reaccións de repugnancia (sincera?) ante a "voluptuosidade" e a desvergoña que amosa esta non-morta. Resulta enormemente sospeitosa a insistencia do narrador na "voluptuosidade" de Lucy.

Nesta escea de 'Drácula, príncipe das tebras', de Terence Fisher, podemos ver unha escea en que un grupo de varón (clérigos, ademáis), acaban violentamente cunha muller vampiro, suxeitándoa con forza e cravándolle unha estaca. Intelligentibus pauca...








venres, 19 de xaneiro de 2024

As mulleres de 'Drácula' (II): mulleres "como é debido"

 Acaba o capítulo IV con Harker "abandoado" por Drácula en mans desas "mulleres demoníacas" que o acosan sexualmente e ábrese o capítulo V coa correspondencia de dúas mulleres victorianas. Da existencia dunha delas xa tiñamos noticia, pois non é outra que Mina, a prometida de Harker. Qué nos di de si mesma?

A través da carta que Mina escribe á súa amiga Lucy enterámonos de que é "mestra auxiliar", unha das poucas profesións que podía desempeñar "unha muller decente" na Inglaterra victoriana. Tamén nos enteramos de que practica a taquigrafía e a mecanografía, para... Prosperar na súa profesión? Non, para axudar no traballo ao seu futuro esposo. Non o di, pero ata é posible que pense en deixar a súa profesión para adicarse a ser, a tempo completo, a "señora de Harker". En capítulos posteriores veremos cómo Mina fai referencia ao seu desexo de ser periodista, que deixa de lado para casar, cómo incluso aprende de memoria os horarios de trens para axudar ao seu esposo, e tamén cómo non pode evitar facer unha broma ao doutor van Helsing, a quen lle entrega uns papeis escritos en taquigrafía, para satisfacer o seu ego; e ela misma explica este acto polo "regusto da mazá de Ëva".
Máis interesantes aínda son as respostas de Lucy. É rica e non traballa. Só espera que lle pidan matrimonio; e recibe tres peticións nun só día, o que lle provoca unha emoción que case nin se molesta en disimular.
Antes de entrar na elección de Lucy, fixémonos no que di das mulleres: "Temo que as mulleres non sempre somos tan honestas como deberíamos"; "Miña querida Mina, por qué os homes posúen tal grandeza de alma, cando nós, as mulleres, somos indignas deles?"
Non nos imos estender na coquetería de Lucy e no seu indisimulado goce polas tres proposicións de matrimonio, porque saltan á vista e son doadas de verificar. Só queremos suliñar que se trata dunha muller da súa clase social e do seu tempo, que ten interiorizado o discurso misóxino, aínda que é perfectamente consciente da hipocresía que implica.
Agora ben, é consciente do que representa a súa elección? Stoker convértea nun Paris feminimo, e, coma o príncipe troiano, debe elixir entre a beleza (Morris, o texano/Afrodita), a sabedoría (o doutor Seward/Atenea) e a posición social (Holmwood/Hera). A súa elección, non o oculta, está tomada dende o principio. Opta pola posición social. Pero sigamos lendo. Pode haber forzas con que ela non conta, forzas irracionais e tentadoras contra as que, quizáis, non teña unha forza de vontade tan férrea como a de Harker.



xoves, 30 de novembro de 2023

O clasismo en Drácula

Escasa é a presenza da clase traballadora na novela, pero chama a atención o xeito en que é retratada. Cando o reporteiro do Pall Mall, no capítulo VIII, reproduce a súa entrevista co garda do zoolóxico, insiste na petición reiterada de propinas por parte do traballador. En capítulos sucesivos, primeiro un doutor compañeiro de Seward (capít. XII) e despóis o propio Johnathan Harker (capítulo XVII), cando se entrevistan cos carreteiros ou transportistas que levan varias caixas de terra dende a abadía de Carfax, reflicten a insistencia dos traballadores en recibir unha propina que lles axude a curar a súa "espantosa sede". Pode que haxa unha broma, un tópico que se nos escapa, pero da a sensación de que este é concepto que o autor ou polo menos as súas persoaxes teñen da clase traballadora. É máis, unha das criadas da familia Westenra, que se presta voluntariamente a velar o cadáver de Lucy, resulta ser pouco leal coa súa defunta ama e moi interesada, pois, ao día seguinte, Van Helsing descubre que roubara o crucifixo que el deixara sobre o rostro de Lucy para protexela do vampiro. Lembremos que os nosos protagonistas pertencen aos estratos máis elevados da sociedade ou que están en camiño de ascender a eles. Por exemplo, cando Mina, no capítulo XII, escribe á súa amiga Lucy, ignorando que está xa morta, transmítelle o "respetuoso saúdo" do seu esposo, Johnathan, pero, a renglón seguido, engade que lle parece un saúdo demasiado distante e frío porque Johnathan xa non é un simple pasante, senón socio do seu bufete de avogados; por tanto, pode permitirse ser un pouco máis cercano coa amiga rica da súa esposa. Nótese o clasismo que destila a pasaxe.